Dónde ir
Huinganco
Huinganco, el jardín de la Provincia, un rincón del Alto Neuquén donde la montaña late distinto, donde el verde aparece como un milagro al pie de la Cordillera del Viento y todo se siente más verdadero. Un pueblo que se abraza al río y a la historia de su gente, como si cada sendero guardara una memoria que solo se revela a quien camina despacio.
Cómo llegar
Desde la ciudad de Neuquén, el trayecto hasta Huinganco es de 470 km. Se debe tomar la Ruta Nacional 22 hacia el oeste, empalmar con la Ruta Nacional 40 en dirección norte y continuar hasta la zona de Chos Malal. Desde allí se sigue por la Ruta Provincial 43 hasta Andacollo y, finalmente, se accede a Huinganco por la Ruta Provincial 39, que desciende bordeando el río Neuquén. Hoy el acceso está completamente asfaltado en este último tramo, lo que facilita el viaje durante todo el año.
El tiempo estimado de viaje en auto, conduciendo de manera tranquila y con algunas paradas intermedias, es de unas 6 a 7 horas, atravesando paisajes de meseta, valles y montañas típicos del norte neuquino.
Qué hacer
Su identidad está profundamente ligada a la actividad forestal y a la historia minera de la región. A partir de la creación del primer bosque comunal del país y del vivero forestal, la localidad impulsó un modelo de desarrollo basado en el cuidado del ambiente y en el trabajo comunitario.
En los últimos años, Huinganco fue postulada para representar a la Argentina en el certamen internacional “Best Tourism Villages” de ONU Turismo.
Huinganco fue declarada en 2020 capital provincial de senderismo de montaña: sus senderos bien señalizados permiten recorrer bosques de pinos y cipreses, acompañar el cauce de arroyos de aguas claras y disfrutar vistas panorámicas hacia la Cordillera del Viento. Es un destino ideal para el senderismo, el trekking, las cabalgatas y la observación de flora y fauna.
Uno de sus grandes íconos es el cerro La Corona, cumbre más alta de la Cordillera del Viento, que se eleva casi a 3.000 metros sobre el nivel del mar. Desde sus laderas y miradores se aprecia un amplio horizonte de montañas, valles y volcanes del norte neuquino. A sus pies, la laguna Huinganco ofrece un entorno sereno, perfecto para conectar con el paisaje y la montaña.
La experiencia se completa con un fuerte componente educativo y cultural: el vivero forestal y el Museo del Árbol y la Madera permiten conocer la historia de la forestación en la zona, las distintas especies de la región y la importancia del bosque comunal como herramienta de desarrollo local. A pocos kilómetros del pueblo, el Monumento Natural Cañada Molina resguarda cipreses milenarios en un entorno de laderas rocosas y vegetación nativa.
La gastronomía regional suma sabores típicos del norte neuquino: chivito criollo, truchas frescas, dulces y productos elaborados con frutas finas, que se combinan con la calidez de la comunidad local.
Como parte de la región turística Alto Neuquén, Huinganco también es un excelente punto de partida para combinar la visita con otros pueblos cercanos como Andacollo, Las Ovejas, Varvarco y Manzano Amargo, armando circuitos que integran naturaleza, cultura rural y gastronomía típica en cada tramo del camino.
Huinganco cuenta con una infraestructura desarrollada que permite complementar en la región la oferta existente: hosterías y cabañas confortables, gastronomía local, senderos señalizados y servicios esenciales para una estadía segura. La Hostería de Huinganco es el alojamiento principal, con restaurant, habitaciones amplias y vistas a la montaña. El pueblo ofrece además comercios básicos, centro de salud y espacios recreativos, todo integrado en un entorno tranquilo y bien organizado